miércoles, 22 de diciembre de 2010

El beso de Emma



CRÓNICA:

Clausura 55ª Edición de la Semana Internacional de Cine (SEMINCI) de Valladolid, celebrada el 10 de octubre de 2010

PRIMERA VERSIÓN (la locutada en clase)


Valladolid, como Sevilla –o cualquier otra ciudad del mundo-, tiene un color especial. Su 55 SEMINCI se clausura en el momento del año que mejor le sienta a la ciudad, entre brumas y con el suelo brillante por la lluvia, en un otoño recogido aunque espléndido que parece su verdadero estado natural.


Esta tarde, decenas de personas se han acercado a la entrada del noble teatro Calderón para disfrutar del desfile de actores y premiados por la alfombra roja, del “paseillo”, que dicen las señoras bien abrigadas que han acudido en grupo. Caras famosas de nuestras pantallas se han despedido aquí del festival; la gente los reconoce, del cine o la televisión.

La SEMINCI, al igual que Valladolid, tiene otro glamour, menos vistoso y reputado que al que acostumbran los medios, pero lo tiene. Una elegancia popular implícita en su personalidad y en la gente que lo frecuenta, en cierto modo, parecido a la que define a la mujer que más ha resplandecido sobre el suelo rojo, sin subrayados ni excentricidades: Emma Suárez, que ha recogido la Espiga de Oro a la mejor interpretación femenina por su papel en la película La mosquitera. Suárez llenó de luz casi sin querer la entrada del teatro con su naturalidad y belleza discreta, demostrando que cercanía y sencillez son compatibles con el hecho de ser una actriz fundamental. Serena, ha saludado, sonreído a cámara, y lanzado un beso, remitiéndonos al emblema del festival, convirtiéndolo en la última gran foto de esta edición.

Aunque quizá cada vez más abandonada por los medios, la SEMINCI resulta un evento singular. El forastero se sorprende. Valladolid posee cada noviembre un cierto sabor añejo, a casa, en un equilibrio entre lo nuevo y lo viejo muy de las ciudades españolas de interior. En el calor de la luz de las farolas y el color del ladrillo, en medio de la meseta y de la niebla, Valladolid besa al visitante con los labios del logotipo la SEMINCI, con un beso familiar, con el beso dulce y luminoso de Emma Suárez cerrando una edición más de este festival de cine y otoño.

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SEGUNDA VERSIÓN (reducida, de 23 líneas a 18)

Aunque quizá cada vez más abandonada por los medios, la SEMINCI resulta un evento singular. Su 55 edición se clausura en el momento del año que mejor le sienta a la ciudad, en un otoño recogido aunque espléndido que parece su verdadero estado natural.


Decenas de personas se han acercado esta tarde al Calderón para disfrutar del desfile de actores y premiados por la alfombra roja. La Espiga de Oro este año ex aequo para Copia Certificada (de Abbas Kiarostami), y Sin Retorno (del novel Miguel Cohan). La SEMINCI, al igual que Valladolid, tiene otro glamour, quizá menos vistoso y reputado que al que acostumbran los medios, pero lo tiene. Una elegancia popular implícita en su personalidad y en la gente que lo frecuenta, en cierto modo, parecida a la que define a la mujer que más ha resplandecido hoy sobre el suelo rojo, sin subrayados ni excentricidades: Emma Suárez, premio a la mejor interpretación femenina. Suárez ha llenado de luz casi sin querer la entrada del teatro con su naturalidad y belleza discreta, demostrando que cercanía y sencillez son compatibles con el hecho de ser una actriz fundamental. Serena, ha saludado, sonreído a cámara, y lanzado un beso.


El forastero se sorprende aquí, al ver que Valladolid posee cada noviembre un cierto sabor añejo, a casa, en un equilibrio entre lo nuevo y lo viejo muy de nuestras ciudades de interior. En el calor de la luz de las farolas y el color del ladrillo, en medio de la meseta y de la niebla, la ciudad besa al visitante con los labios del logotipo la SEMINCI, con un beso familiar, con el beso dulce y luminoso de Emma Suárez.


Fotografía del acontecimiento descrito, Emma Suárez a la entrada del Calderón (arriba).


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En la SEMINCI, con mi amiga la pucelana, Julia López (grupo 52) que me llevó al cine de su pueblo.

Versos Fritos


Llevar a cabo Versos Fritos ha sido una experiencia enriquecedora, tanto el la preproducción como en la producción del programa. Finalmente, todos los miembros del grupo hemos estado satisfechos con el resultado, pues todo ha salido como estaba previsto.

Yendo al grano, mi trabajo personal dentro del programa final fue sobre todo de guión, además de ser uno de los colaboradores -una especie de copresentador, de segunda voz, al realizar la locución del boletín, así como el parte meteorológico y el comentario- del programa (la voz dos del guión técnico). Traté de realizar una primera versión del guión en base a lo que habíamos acordado entre los cuatro. Desarrollé junto a mis compañeros la idea originaria en la que se fundamentaría el programa: un programa sobre poesía pero con un toque desenfadado y cómico. Todo empezó con la idea de hacer un programa que conectase el centenario de la Gran Vía madrileña con el otro gran aniversario de este 2010: el centenario de Miguel Hernández. Finalmente nos quedamos más bien con la segunda parte de la idea, un programa sobre poesía que versase concretamente en la emisión que íbamos a realizar sobre la vida y la obra de Miguel Hernández.

También escribí las piezas que yo mismo locuté excepto el boletín, estas son: el "poema meteorológico", y el comentario final que escribí junto a Antonio.

Por otro lado seleccioné los versos para la cuña de radio que iba en el programa. Y creé gran parte de las secciones, no sé si muy bien avenidas, de la programación general de Versos Fritos.

En general, es complicado dividir el trabajo ya que todos hemos estado pendientes de todo, y hemos colaborado estrechamente, reuniéndonos y ensayando, la verdad es que funcionamos bien desde el principio y eso que yo concretamente no había trabajado mucho con mis compañeros de Versos Fritos. Yo al menos he disfrutado de este trabajo, algo que no se puede decir siempre de todo lo que tenemos que hacer para la universidad.

Esta es la única foto que tenemos juntos, en el "tajo", nos la hizo nuestra encantadora compañera Ana Villagrasa. La pega es que falta Antonio, así que como compensación aprovecho para decir en este punto que trabajar con él es muy fácil y es un gran compañero, la labor técnica -que a lo mejor puede para muchos puede parecer un trabajo más deslucido que el de los que se ponen delante del micro- que ha hecho -más allá de las partes que hemos sacado adelante entre todos- es muy buena, se ha jugado muy bien con los audios, las músicas, y no era fácil... yo no lo hubiese hecho tan bien.


Dramático: "El corazón delator" de Allan Poe



Audio:



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Y nuestra cuña de radio:

Obras completas de Miguel Hernández (para Versos Fritos programa final)





Audio:










Reportaje: 2010 poetas por el Km cuadrado



Audio:

Días de Radio

"Días de Radio" (Woody Allen, 1987)


“El lugar es Rockaway. La época mi infancia. Nos encontramos en mi viejo barrio, y perdonad si miro al pasado con sentimentalismo. Por supuesto que el tiempo no siempre era tan nublado y lluvioso como en esta escena, pero lo recuerdo así porque todo era más entrañable cuando llovía.” (Días de radio, 1987)


Prefiero mirar siempre adelante, me obligo a pensar, sea verdad o no, que cualquier tiempo pasado nunca fue mejor. Pero me gustan las películas nostálgicas o sobre la nostalgia, es uno de los temas que mejor trata el cine. Me gusta entender el pasado, imaginar cómo era la vida cotidiana de antes; el sabor añejo, que no rancio; las antigüedades, recordar ciertas pérdidas para que no se pierdan del todo, las ciudades decadentes o melancólicas, la tan cercana en espacio pero tan extraña Lisboa. Por eso esta película, Días de Radio, con todo lo que significa, es una de mis favoritas. No sé si la nostalgia es positiva, bella, o triste; ¿inservible?, no creo... quizá un poco de todo... inevitable, humana.



Audio de Notas de Cine, programa sobre música de cine en la SER.

Esta emisión trata, entre otras cosas, la música de las películas de Woody Allen.


Elvira Lindo, Manolito, y la radio


Me gusta Elvira Lindo. Creo que es una de las mejores voces de la literatura española contemporánea, porque es original, única, sencilla. No practica en sus obras ese elitismo que parece definir a muchos que se dedican a las letras o la cultura, algo así como hacer creer que tu vida es más interesante, o que cuentas cosas más trascendentes o importantes que las que les pasan al común de los mortales. Escribe cosas de verdad, de personajes de verdad, aunque pasados por su filtro. Natural y auténtica, sin palabrería, no más inspiración que la propia vida.


No podía dejar de hablar en un blog sobre radio de ella, dado su trabajo en este medio. Su última novela, en gran medida autobiográfica hace referencia a sus inicos en la radio, y absorbe y nos traslada ese ambiente con su particular estilo, por lo que a alguien interesado en el mundo de la radio ya sólo por ese hecho le merecerá la pena la lectura de Lo que me queda por vivir; por otro lado una novela buena e interesante a mi juicio.


Elvira Lindo es fresca y espontánea en su literatura, pero en la radio también. Recuerdo que de niño mi padre me ponía Manolito Gafotas, que aparecía en el A vivir que son dos días presentado por aquel entonces por Fernando Delgado. Yo por esos años no le hacía mucho caso a la radio y fue ya con más edad, en la adolescencia, cuando comprendí la genialidad impresa en un personaje como Manolito, y en las novelas que contaban su vida en Carabanchel Alto. También con el paso de los años me preocupé de enterarme bien quién era Elvira Lindo, hoy una de mis creadoras favoritas, aquella que decía mi padre “Loren, la que hace la voz es la escritora de los libros de Manolito Gafotas, la que ha ‘creao’ el guión y el personaje, ella hace de Manolito en este programa de radio”. He rescatado a Manolito-Elvira en la radio…


Manolito Gafotas acompaña a Fernando Delgado para recordar sus 10 años en 'A Vivir'



Elvira Lindo sigue en las ondas. Ahora colabora en Asuntos propios. Hace lo que quiere, opinando sobre la actualidad del momento junto a Garrido, que va presentando los temas. Un poco de todo, pero siempre cocinado con su gracia y su imaginación. La radio abraza de manera especial la mirada de Elvira Lindo, una especie de sociología buenhumorada y honesta de la calle española, de lo bueno y lo malo que podemos encontrar en nuestra vida cotidiana, en nosotros mismos.


Asuntos Propios del 15/12/10.

Nuevos descubrimientos


Aunque ya amante de la radio, esta asignatura me ha obligado a ampliar un poco los límites de mi horizonte radiofónico… Así, de la SER –de la que creo ya no me podré despegar, fiel como tantos oyentes de radio, cadena que me da alegrías y también penas cuando hacen cosas que no me gustan- he saltado a conquistar nuevos sonidos…

Los mejores descubrimientos los he hecho en RNE, donde por cierto, fuimos de visita con Trini y es una pena que no tenga aquí ninguna foto. No me extraña la calidad de la radio pública, porque hoy en día RTVE ha demostrado que es casi el único grupo mediático capaz de contar las cosas con rigor, de innovar, y de ofrecer contenidos para todos los tipos de público. De RNE me quedo con Asuntos Propios y múltiples programas de Radio 3.

En general prefiero la tarde de la radio que la mañana. Con Asuntos Propios comprendí que había más formas de hacer un magacín de tarde. Me gusta su toquecito cínico, un espacio que pica, moderno, desenfadado y estiloso, con un Toni Garrido que aunque en televisión con CQC pasó para mí desapercibido, aquí en la radio imprime un tono muy original y personal. Todo me hace creer que por muy estable que haya sido la radio siempre, rodeada de la fidelidad de los oyentes, a esta le viene bien refrescarse. Lo único es que Asuntos Propios coincide menos en la primera hora con La Ventana, no puedo abandonar a Gemma… aunque puedo alternar, y ¡benditos sean los podcast!

No pensaba que RNE 3 tuviese una oferta tan amplia, pensaba que era grande, pero cuando me sumergí en la emisora aluciné. Encontré espacio para las músicas que me gustan: aunque sabía que por ejemplo el jazz contaba con una buena cobertura, luego he podido comprobar que había también espacio para el flamenco, o las distintas músicas del mundo… tango... música latina...


Tangos...

Café del sur: Memorias del tango - Viajeros, vagabundos y clandestinos - 28/11/10




Música "brasileira"...

Cuando los elefantes sueñan con la música - Vamos a tocar el cielo - 20/12/10




Música en francés...

El hexágono - Peticiones del oyente - 27/11/10


Poco dado a la radio musical, quizá ahora me haga más oyente de Radio 3; en parte se me fue un poco ese prejuicio –que aunque lo tenía tampoco me frenaba a escucharla- de radio “super alternativa”, “modernaza” -en el nuevo significado tribal y urbano del término-, y un poquitín elitista. Pero no se puede reducir siempre lo múltiple a lo uno con tanta facilidad.


Melodías pizarras - Al rico mambo - 18/12/10

Una ventana abierta


Yo empecé con La Ventana casi como se empieza con todo. Comprendí la grandeza de la radio cuando tenía unos 15 años, sentí su cercanía, su compañía... Empecé con La Ventana porque la oía mi padre -un gran consumidor de radio- y por la franja horaria en la que se emite: la tarde, justo cuando yo no estaba en clase en el instituto. Me enganché rápido, no sólo por la personalidad de su conductora, de la que ya hablo en la primera entrada del blog, sino también por una especie de "heterogeneidad medida" que define al programa. “Por la ventana se asoma todo el mundo”, ponía en la web del programa hace tiempo… y lejos de ser una frase promocionaria, también es una afirmación tan válida como real sobre el programa. La Ventana está en plena conexión con los oyentes, partícipes del programa. En el magacín también participan un gran número de colaboradores muy distintos entre sí que permiten las múltiples tertulias de La Ventana. De los políticos a los periodistas deportivos, de los filósofos a los músicos, de los presos de la cárcel a los niños, de los humoristas a los corresponsales, de los “sabios” a los oyentes... La melodía de guitarra española de su sintonía abren el reposo de la siesta, y de la tarde, un espacio de radio "público", cotidiano, abierto a todos...



Enlace a las secciones de La Ventana




http://www.ivoox.com/tertulia-la-carcel-audios-mp3_rf_450947_1.html


Tertulia de la cárcel, una de las más exitosas y originales.




La Ventana: Long Play


(Divertida tertulia sobre música con Jaime Urrutia y Ariel Rot)





Don Santiago


Parece que últimamente en nuestro país es la radio el medio que se encarga de mantener viva la historia, las voces de lo que fuimos un día, y de lo que somos hoy. Ya sabemos que en la radio hay espacio para el análisis, la reflexión, la tertulia distendida, y eso permite escuchar a los que desgraciadamente ya no caben en la televisión comercial de estos días. Santiago Carrillo es un personaje fundamental de nuestra historia reciente, voz singular del exilio, y de la Transición. Pero esa voz, también es una voz clave de hoy. Aunque pueda que temblorosa, y afectada por el humo del tabaco –o quizá no-, los años no pasan por ella, por lo menos en lo importante.


95 años de voz. Sorprende la lucidez de Santiago Carrillo, ahora "Don Santiago", y lo demuestra en la radio… A mí no me gusta porque pueda compartir unos ideales con él, no me gusta porque haya sido el gran líder comunista español… me gusta sobre todo porque demuestra cada lunes por la tarde, en la “Tertulia de sabios” de “La Ventana”, una enorme humanidad e inteligencia, ha sabido adaptar sus ideas a los tiempos, desechando mitos, abrazando cambios, siendo consciente de que lo que debe primar es el interés general siempre… Pero qué voy a contar de Don Santiago, como lo llaman en la radio, aquí que mucha gente no sepa ya… Sus últimas declaraciones son novedosas y quizá necesarias, siempre está fino: habla de futuro, de que hay que renovar la izquierda, demuestra una enorme lealtad -lo cual no quiere decir que no quepa la crítica- a Zapatero aunque se equivoque ante una derecha (lo que realmente le preocupa) tan dura –cosa que muchos líderes de izquierda no son capaces-… Opiniones puntuales de Carrillo, siempre con moderación y comprensión y respeto para los que nos estén de acuerdo con él, que es mejor escucharlas... Siempre da declaraciones únicas, la última que sorprendió fue "Zapatero me recuerda hoy mucho a Adolfo Suárez cuando era presidente; quizá en parte por lo solo que se encuentra en el poder ante estas circunstancias..."


Espero que Don Santiago siga conversando, entendiendo, activo cigarro en mano años y años . Para mí es uno de los personajes necesarios de hoy, autenticidad envuelta en humo, mirada al frente. No doy más vueltas al tema, es lo que pasa con las grandes voces, con las que hablan de verdad, que no hace falta hablar de ellas, porque, como voces, hablan por sí solas.



Dejo una de tantas "Tertulia de sabios", una de las mejores de La Ventana de la SER.

Flamencos y pelícanos

Dibujo: Mujer-Guitarra, a la acuarela (por un servidor)



Porque he descubierto que en la radio también cabe el flamenco...





Enlazo al último Duendeando, programa para "flamencos y pelícanos" en RNE 3, dedicado al maestro Morente. Programa en el que se trata con rigor y un cierto toque didáctico esta música.


Y no puedo cerrar esta entrada sin hacer mención a una cadena que me hace mucha gracia, o tiene mucha "grasia", es Radiolé, que aunque en su programación musical sobre todo quepa "flamenquito un tanto horterilla" (sólo es un opinión personal) yo no puedo evitar conectar esta emisora de vez en cuando pa que me alegre por dentro. También Radiolé tiene cosas buenas, no deja de ser positivo que exista un cadena dedicada al flamenco en todas sus formas: flamenco, "flamenquito" y todo tipo de músicas aflamencadas.


martes, 19 de octubre de 2010

La "boletineidad", vida interior de los boletines informativos

Análisis boletines informativos.
VERSIÓN DE PRUEBA, HAY QUE CORREGIRLA, DEMASIADO REDUNDANTE Y RETÓRICA. Hay que reconocer de que un poco coñazo.

Creo que podría hablarse del boletín de radio como un modelo periodístico único y estable, con identidad reconocible, que posee unas características bien concretas y determinantes que lo diferencian fácilmente de otras formas o “estructuras” informativas de la radio o de fuera de ella. A pesar de que no se encuentran demasiados boletines en podcast -lo cual tiene que ver con la propia esencia y significado del boletín-, por lo que resulta difícil poder hacer un análisis más detallado y pausado de este tipo de organización de la información, uno percibe rápidamente, con oír algunos atendiendo a su naturaleza o con oírlos en la radio para informarse, que son quizá cualitativamente distintos a los informativos de radio, y por supuesto a los programas de análisis, etc.

Interesa sobre todo la distinción con respecto a los informativos radiofónicos. Quizá un boletín no es sólo un informativo corto y rápido, resumido, ni un informativo, un boletín tranquilo o más completo. No es sólo una cuestión de cantidad de datos: el informativo más, el boletín menos. El boletín guarda en su configuración y ser uno de los signos definitorios de la radio: la inmediatez, la claridad, la precisión, el mensaje directo… Digo “uno de los signos” porque en el boletín un concepto necesita de otro: la inmediatez necesita precisión y claridad, etc. En el boletín está todo interrelacionado, constituyendo el “carácter de boletín”, boletín entendido casi como un adjetivo dedicado a calificar el modo de transmitir la información al ciudadano.

Ningún método como el boletín para transmitir una enorme cantidad de información, con el objetivo de crear un cuadro rápido –esquema- de lo más significativo que está ocurriendo en el momento en que se emite, en el menor tiempo y de la forma más racional posible. Por eso, la palabra y la frase son de enorme importancia en el boletín. No se va a poder volver atrás si algo no se ha dicho claramente o de la manera más precisa, no cabe la reiteración, el boletín se desencadena sólo a velocidad de vértigo, pero manteniendo el equilibrio necesario entre velocidad y claridad y precisión para que lo que se diga se entienda y permanezca. El boletín es matemático, es cuadriculado, es medida, tiene que estar enormemente planificado, preparado, para dar en el clavo. Decir lo que realmente pasa, lo que más importa de lo que pasa, el reto de la información en pocas palabras, lo máximo en la máxima simplificación, síntesis pura.

Sabemos pues que el boletín no es análisis ni profundización, no es mirar desde todos los puntos de vista posible un hecho; es mirarlo desde una posición lejana, pero conociendo la claves. Boletín tiene que recoger principalmente lo único claro, no hay espacio para la duda, es casi una mirada científica, que se mueve todo el rato en el qué, en la definición más relevante y primera, porque sólo cabe una -o muy pocas-, de un hecho. Convertir algo vivo, grande o pequeño, en un par de párrafos, en lenguaje, reducidor hasta la esencia. No hay que ver sin embargo esto como deficiencia, pues la propia radio es enormemente autónoma, y por su propia naturaleza, tomándola en su totalidad, de programas e informativos, se encargará de atender y reflexionar sobre lo expuesto en el boletín, en la guía, en el singular orden del día, entre otras funciones.

El fluir equilibrado del boletín, rápido a la vez que fácil y sencillo tiene que ver quizá directamente con la oralidad. Por eso el boletín sólo es posible en radio. La palabra hablada, (no acompañada de imágenes físicas) es tremendamente veloz, cercana y clara, directa, como para permanecer y hacerse entender. En un boletín no se puede pintar un cuadro perfecto, detalladísimo, de lo que ocurre, no se puede descender demasiado sobre el tono de un determinado acto o hecho, porque no da tiempo… Pero quizá la palabra en sí permita un margen amplio y describa por sí misma más de lo que pensamos. Por eso, en un boletín, a falta de tiempo y espacio para crear cuadros de la realidad con tonalidades muy específicas y variadas, hay que utilizar con habilidad el simple aunque a veces difícil recurso de colocar la palabra precisa –o precisas, no siempre hay una posibilidad-, la que recoja con la mayor realidad el tinte de lo que ocurre. Eso supone una gran conciencia y conocimiento del lenguaje y el vocabulario, del significado de las palabras y las connotaciones de las mismas, un amplio mundo. Precisión y sencillez, y rigor, no siempre tienen que ser asepsia o lejanía, como a veces se entiende, ¿cabe quizá un boletín, sin necesidad de traicionar su espíritu, creativo? Creo que sí, pero te lo juegas todo en la expresión, en el lenguaje, en la palabra como unidad, pues la reducida extensión del boletín no permite trabajar ahí. Pera un boletín creativo hay que jugar y conocer agudamente, como decíamos, la lengua, y no de manera principal en su sentido lingüístico o académico, sino en su vertiente social. También la voz, la entonación, servirán para crear tono y atmósfera, para colorear las palabras que tengan que utilizarse y conseguir el cuadro “realista” que queremos en los pocos trazos que permite el boletín.

La vida útil de un boletín es escasa. Por eso no encontramos boletines en podcast, ni se innova demasiado en ese terreno. No es quizá tan necesario como en otras formas de periodismo. La otra característica que define al boletín es su existencia efímera, pero terriblemente práctica. Un boletín nace para morir en poco tiempo, se muestra en toda su funcionabilidad en cinco o diez minutos, tarda en envejecer más o menos una hora. Un boletín será sustituido - y “superado”- por el siguiente, por su predecesor, y este también será apartado el siguiente, y así en una sucesión infinita. Como boletines exigen permanente cambio y renovación. La actualización… Un boletín no tiene trascendencia, pero todos, con sus vidas cortas pero intensas, constituyen y dan fe de un modo de información que siempre está ahí, que acompaña a los oyentes casi sin que se den cuenta, enormemente cotidiano, natural, y eficaz. El boletín informativo hace también que la radio sea radio, demuestre a través de él parte de sus capacidades originales como medio y espacio común y colectivo.



Dos ejemplos:

En general, aunque no he podido escuchar muchos boletines distintos, por no recogerse en podcast, a diferencia de los informativos de una o dos horas de duración, he comprobado que no existen grandes diferencias a nivel formal o de estructura de unos a otros. La finalidad y la construcción son similares en todos los boletines de las diferentes emisoras. Varían en la línea editorial e ideológica -pero eso es algo que corresponde más a la propia naturaleza de la radio como medio -, en el tratamiento de los temas, o en los propios temas que tratan –obviamente existen diferencias entre los boletines de emisoras autonómicas y los de las radios nacionales en cuanto a los hechos que cubren: periodismo local las primeras, periodismo nacional las segundas-.

Inserto un boletín de Canal Extremadura Radio (la radio pública extremeña) y otro de la SER, que no es exactamente un boletín (la SER no cuelga boletines informativos en la web), sino el comienzo en forma de boletín informativo de “Hora 25”, el pasado lunes.

Comentaré brevemente los boletines de la SER. En general me gustan, y principalmente por una cuestión de tono. Entiendo que son boletines al uso, hechos generalmente bien, con rigor, independientemente de la línea editorial, y considero que están muy bien narrados y que tienen ritmo. Sé utilizan bien las sintonías, ráfagas, etc. en los momentos adecuados, por tanto aportan ritmo pero no cargan al oyente, no son excesivas, permiten que se siga la información con tranquilidad. Y por otro lado, la narración de los locutores parece tener mucha fuerza. Da la sensación de que todo está muy coordinado, bien compuesto. Se corresponde al menos con la idea que tengo de lo que debe ser un boletín; los boletines de la SER son claros, sencillos y directos. Una sensación que me trasmiten a veces es que lo que te están contando siempre está cargado de un considerable interés, por el tono. He podido comprobar que en otras emisoras es similar, también he oído algún boletín de RNE.


Canal Extremadura radio, boletín



Primeros dos minutos. Hora 25.


PD: Aprenderé a utilizar podcast, a pesar del desastre momentáneo.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Gemma y Juanjo

Un septiembre aún muy caluroso –mejor- trae, entre otras cosas, la nueva temporada de La Ventana. Con la seguridad que da encontrar tal y como la dejaste tu casa, tu ciudad, o a tus colegas de la universidad –o del trabajo o del cole- tras las vacaciones, encuentro también a Juanjo y Gemma entre las demás constantes, cada una de diversa naturaleza, que definen los días de diario de todos los otoños.


Ya son unos pocos los reencuentros con esta pareja. Cuestiones de práctica como el horario, y la curiosidad y la afición de mi padre a la radio hicieron que me topara con La Ventana, allá por los quince años, poco tiempo. Así pasé a hacerme oyente del programa, fiel, como la gente que sí escucha la radio. La Ventana es por tanto para mí un programa muy especial y cargado de connotaciones, es el "inicio". Valga la enorme redundancia: veo La Ventana como una ventana; un espacio que definiría como completo, amplio, tolerante, natural, vivo, sereno, inteligente, donde cabe todo lo que está ahí, el día a día, contado de forma profesional y adecuada. Un programa en el que se va de lo general a lo particular, de lo serio a lo cómico, de lo trascendente a lo banal, a través de la participación de muchas personas, reconocidas o anónimas.

Concretando. Siempre que puedo, cada viernes por la tarde, escucho a Juanjo y Gemma. Juan José Millás lleva ya casi una década colaborando con el programa de Gemma Nierga. Ambos forman un dúo singular siempre los viernes. El uno complementa al otro y viceversa. Ayer mismo, domingo, ambos salieron juntos en un curioso reportaje publicado en El País Semanal sobre "parejas particulares" del mundo cultural y mediático español, que han sido retratadas por el fotógrafo Jordi Socías. Al principio del reportaje reza así un párrafo introductorio:

"Juntos se añaden y complementan. Suman mucho más que uno más uno. Hermanos, colegas, matrimonios... unidos por el trabajo, el azar o la familia. Del cine a la literatura, 11 relaciones singulares bajo el prisma de un fotógrafo único..."

Pongo el audio del viernes pasado, día en el que se volvieron a juntar en el estudio Juanjo y Gemma tras el verano, igual que siempre. Yo disfruto oyéndolos, a la extraña pareja, a la periodista tierna y discreta y al escritor obsesivo aunque totalmente luminoso. Ellos siguen con sus juegos, con su particular manera de llevar la conversación, de “tirar y aflojar”. Como dice muy acertadamente Ángel S. Harguindey, el autor del reportaje:


Podrían protagonizar una elegante comedia del mejor cine italiano. Ella, Gemma Nierga, sería la hija de Jean Seberg que se dedicó a la radio para convertirse, años después, en una de sus reinas. Él, Juan José Millás, puro talento literario, era el hermano pequeño de Rossano Brazzi.

También los veo un poco así, como una pareja de comedia clásica. Aparentemente distintos, funcionan perfectamente juntos, cuadran como un puzzle, se asoman a la realidad con su particular mirada, conjunta, llena de ironía, sencillez, comprensión y naturalidad. Yo los llamo Gemma y Juanjo, por sus nombres de pila, aunque lo correcto sea referirse por el apellido cuando hablas de alguien que no conoces y es “importante”. No sé dónde empiezan y acaban la Gemma y el Juanjo que tengo yo en la cabeza, no sé cómo serán es sus vidas reales, si se transforman fuera del estudio... pero durante unas horas, a la tarde, Juanjo y Gemma son para mí dos personajes, entre carne y hueso y nebulosa, que a través de sus voces cobran una identidad clara. No los conozco personalmente, aunque eso en radio es muy relativo... pues Juanjo y Gemma, Gemma y Juanjo, forman parte de mi más íntima y serena rutina.


Gemma Nierga y Juan José Millás en la Gran Vía madrileña, "neoyorquina" según dicen en el audio... será para darle ese tono de pereja de comedia clásica americana al que se refiere el autor del reportaje. La fotografía es la publicada en El País Semanal de ayer, y está tomada por Jordi Socías. Según Millás, "Gemma parece una replicante de Blade Runner en la foto, no parece de verdad".